Colocamos las cerezas en un recipiente y agregamos la copa de vino tinto, el azúcar. Dejamos macerar por dos horas.
Ponemos a fuego alto por un minuto, salteando con un poco de mantequilla y la corteza de la naranja, agregando también un poco del líquido donde se ha macerado.
Pasado el minuto quitamos del fuego y dejamos en el mismo recipiente por dos horas. Cuando ya estén frías dejamos un par de horas más en la nevera. Posteriormente podemos servir.
Sugerimos acompañar en el plato con helado de vainilla. Delicioso.
“Las cerezas se caracterizan por poseer un elevado contenido en antocianos y ácido elágico, de acción antioxidante y antiséptica, para combatir infecciones. Los antioxidantes bloquean el efecto dañino de los denominados «radicales libres». Además, su alto contenido en agua y potasio, posee un efecto diurético beneficioso en caso de hiperuricemia o gota y litiasis o cálculos renales.”